PALABRAS DEL COORDINADOR DE SECUNDARIA, DR. CARLOS ENRIQUE ORELLANA AYALA, A LOS ALUMNOS QUE CONCLUYEN QUINTO BACHILLERATO EN EL CENTRO ESCOLAR FAMORE.
Queridos padres de familia
Queridos alumnos que terminan quinto bachillerato.
Hemos llegado al final de una larga jornada, una emocionante travesía por el mundo del conocimiento y aprendizaje. El libro que iniciamos a escribir hace varios años en parvulitos, cierra su último capítulo en esta jornada y estamos todos listos, especialmente ustedes chicos, para comenzar a escribir el siguiente tomo, el de la vida universitaria.
Sus padres recordarán aquel primer día en el que emocionados los llevaron por primera vez a un centro escolar, con todas sus emociones y vivencias. Han transcurrido varias jornadas desde ese momento especial que inició la vida escolar, esa etapa tan bonita de nuestra historia que en este día culmina con éxito. Un paso más en el camino de la vida, un reto saldado, una meta superada y eso llena de alegría el corazón a la vez que sirve de aliciente para continuar con la marcha y seguir alcanzando triunfos pequeños y grandes, sumando experiencias, construyéndonos como personas de buen y noble corazón, serviciales, emprendedoras, con influencia positiva en su entorno y conscientes de la trascendencia de su ser.
Yo también recuerdo el primer momento en el que vinieron a este colegio, recuerdo sus rostros, recuerdo lo que hablamos, las preocupaciones de sus padres y muchas otras cosas más que hoy se suman para crear en mi corazón un entorno cargado de emotividad.
Vinieron a FAMORE en busca de un colegio, de un centro de estudios y encontraron algo más. Encontraron un lugar en el que se les amaba, en el que ustedes eran antepuestos a cualquier situación o circunstancia, se integraron a una comunidad educativa en la que importaban como los primeros y también quedaron incorporados a lo que somos en FAMORE: una familia.
Hoy han entrado por esta puerta como estudiantes y es la última vez que lo harán, en unos minutos cuando salgan lo harán como bachilleres en ciencias y letras. Será como lanzarles al vuelo y solamente quiero pedirles que por favor extiendan sus alas y alcancen esas alturas a las que Dios les ha destinado en su proyecto eterno y amoroso, diseñado con particular dedicación desde toda la eternidad. Después de este tiempo de compartir con ustedes, de ser su profesor, de acompañarles en distintos momentos, puedo decir con certeza absoluta que son seres maravillosos, increíbles, dotados de muchos talentos, capaces de amar y de construir, el presente es de ustedes y el futuro les espera con ansias, conquisten muchas tierras, sigan triunfando en muchas batallas, que en su cabeza reluzca siempre una corona de gloria y que en sus labios nunca falte el profundo agradecimiento con Dios por lo que ha hecho en ustedes y con ustedes.
Me siento muy honrado de ser su profesor.
Me siento orgulloso de acompañarlos desde el inicio hasta el fin de este camino escolar en FAMORE. Gracias por haberme permitido estar presente en sus vidas, gracias por el trato afectuoso que siempre recibí de ustedes, queda el corazón en deuda porque recibí mucho más cariño del que he podido dar.
No olviden este colegio que es su casa, guarden en su corazón como un grato recuerdo su paso por estas aulas y acá les esperamos con los brazos abiertos cada vez que quieran visitarnos.
Acá seguiremos celebrando sus vidas y sus triunfos.
Acá está el corazón de su familia escolar siempre latiendo por ustedes.
Damos gracias a Dios por este día y lo que significa, pido que les cubra con su sombra, les muestre su rostro y les conceda la paz. Deseo que estas últimas palabras que diré queden grabadas con fuera en su interior: ¡LOS AMAMOS!
carlosorellanaayala 