UN LLAMADO A CAMBIAR ESTILO DE VIDA

Las epidemias que hemos vivido en este siglo creo que nos llevan a cuestionarnos nuestro estilo de vida como un elemento importante para asegurar la conservación de nuestra especie.

Ejemplo claro lo tenemos con la COVID-19, que si bien ha afectado a personas con condiciones atléticas y sin antecedentes patológicos relevantes, ha mostrado que es importante procurar tener un índice de masa corporal dentro de la normalidad y estilo de vida saludable porque hay una serie de factores relacionados con peor pronóstico en caso de infectarse:

a) Sobrepeso y obesidad

b) Hipertensión arterial

c) Alteraciones del metabolismo de la glucosa e hiperinsulinismo, entre otros.

Comer mejor, movernos más, ejercitarnos, dejar la vida sedentaria parece ser el mensaje subliminal de la COVID-19 y del SARS-Cov-2. Parar esta prisa que nos mete la sociedad moderna, porque esa prisa promueve el dormir menos y los trastornos del sueño subyacen a muchos de los problemas de salud más prevalentes en nuestra época: los cardiovasculares y las alteraciones del metabolismo de la glucosa.

Hay otros asuntos. Una de las pandemias de este siglo surgió en las granjas porcinas, otra en las granjas de aves, otra con los camellos y que no se nos olvide el brote de encefalitis espingiforme aguda que llamamos la enfermedad de las vacas locas. Debe haber más investigación sobre el cuidado de animales en granjas, incluyendo su alimentación. Los gobiernos deben destinar fondos para esto porque el consumo de cárnicos forma parte de nuestra dieta y es difícil sostener una dieta que no los incluya. No vamos a tomar la postura de un ministro europeo que recomendó disminuir el consumo de cárnicos, pero en una de sus celebraciones la carne fue abundante… Aunque no caería mal consumir cantidades racionales de carne, las recomendados por nutricionistas y nutriólogos, disminuir las cantidades de desperdicio de esta sociedad consumista y otras medidas.

También esta el hecho que existe probabilidad que algunas de estas pandemias tengan relación con el consumo de animales salvajes y la invasión sostenida de su hábitat por expansión de las áreas habitadas por humanos. Pudiera ser que tengamos que acostumbrarnos a vivir en edificaciones verticales de varios pisos, esto con el objeto de ocupar menos área y conservar otros espacios en sus condiciones naturales.

Y una medida urgente: destinar fondos para investigación.
Investigación en producción de alimentos y cuidado de animales de la industria de alimentos
Investigación para aumentar el rendimiento de los espacios dedicados a agricultura
Investigación en agentes patógenos
Investigación en farmacología
Investigación médica en general, tanto de ciencia básica como aplicada
Pero los gobiernos, sin excepción, dedican cantidades que ofenden a investigación cuando se comparan con las destinadas a la adquisición de armamento
Investigación en atropología y sociología para indagar sobre las razones de la insolidaridad y el egoísmo que impide lanzarnos en conjunto como podría ser la decisión de vacunarnos para vencer esta enfermedad

Investigación, investigación, investigación porque la globalización del mundo no la podemos detener y alguien puede infectarse en Europa y en siete a nueve horas estar infectando a gente en América.

Son las pandemias que nos cuestionan y nuestra respuesta lógica es tratar de cambiar y cambiar.

Primeros Auxilios, Médico, Medicamento, Hospital
Imagen de GDJ en Pixabay

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