Este es un problema frecuente, especialmente dentro de los Trastornos del Neurodesarrollo pero también puede ocurrir en niños con desarrollo típico.
El tema debe ser abordado por la demanda de nutrientes y energía del niño que resultan indispensables para su adecuado crecimiento y desarrollo. Sin embargo, sugiero no angustiarse con el mismo si clínicamente el estado nutricional clínico es adecuado, también si lo es desde el punto de vista bioquímico (hemoglobina-hematocrito, estado del metabolismo del hierro, proteínas totales, albúmina y otros parámetros que podrían medirse). La dieta restringida es un problema serio si se acompaña de mal estado nutricional (IMC por debajo del 5 percentil o por arriba del 85 percentil). Para esto puede proceder de la siguiente forma:
- Pesar al niño por la mañana, poco después de haberse levantado y orinado. Con la menor cantidad de ropa posible. En todas las oportunidades que se tome este registro el procedimiento debe ser el mismo.
- Medir su talla (talla se refiere a la estatura, una medición realizada estando el niño de pie y también registrada por la mañana)
- El índice de masa corporal se obtiene dividiendo el peso en kilogramos dentro de la talla al cuadrado y se compara con tablas propias para la edad. No siempre disponemos de esas mediciones pero podemos consultar calculadoras automáticas disponibles electrónicamente como la del CDC disponible en este enlace: https://www.cdc.gov/healthyweight/spanish/bmi/calculator.html
- Algunas veces se pide la talla en pulgadas, para ello debe dividir la talla en centímetros dentro de 2.54 y esto le da como resultado la estatura en pulgadas.
- Si le pide el peso en libras, entonces divide el peso en kilogramos dentro de 2.2
EL CONTEXTO SIEMPRE ES IMPORTANTE
El abordaje de este tema debe ser en un contexto alegre y agradable, sin presiones. No ponga tensión innecesaria en esto, la comida debe ser un momento agradable, en caso contrario los problemas de selectividad se complicarán con otros problemas relacionados con la alimentación.
LLEVAR REGISTROS
En casa los padres pueden llevar un registro mensual de su peso y su talla en los niños que están bajo observación e intervención, en otros casos puede hacerse cada tres meses en niños mayores de tres años, apuntarlo por favor. En las visitas al pediatra es importante que esto también se realice.
En algunos casos es importante disponer de un registro de la alimentación en caso que sea necesario verificar el aporte calórico-energético y de nutrientes. No es necesario tener un registro de cada día, pero si poder ejemplificar en una semana típica lo que ha consumido.
Disponer de un menú de lo que le gusta ayudará a no repetir los mismos alimentos todas las veces e introducir variabilidad en los distintos tiempos de comida y en diferentes días. Este menú puede ser de gran ayuda en caso que se requiera el apoyo profesional específico en el tema de la alimentación.
A LA MESA A COMER.
A la mesa se llega a comer. Evitar el uso de dispositivos electrónicos o televisión para tenerle en la mesa. Si tiene costumbre de hacerlo entonces iniciar proceso de retirarlos de manera gradual.
La presencia y uso de dispositivos electrónicos en la mesa se asocia a diversos problemas nutricionales y es mejor mantenerles alejados durante el tiempo de comida.
NO ES QUE NO QUIERA COMER, PUEDE QUE LE ESTÉ COSTANDO.
Podemos tener de fondo un Trastorno del Procesamiento Sensorial que condicione la selectividad de alimentos y la dieta restringida. Introducir un nuevo sabor, textura, color o forma puede resultar complejo en ciertos casos dada la dificultad para aceptar cambios que algunos pueden experimentar.
- Disponer de un perfil sensorial indicando al evaluador el problema que tenemos con la selectividad alta de alimentos.
a) Puede mostrar signos de hipersensibilidad o hiposensibilidad
b) También el problema puede presentarse como un problema de la planeación del acto motor (dispraxia)
c) Verificar la fuerza de la mandíbula, movilidad de la lengua, estado de la dentadura, labios, carrillos, encías y paladar
- Implementar las medidas de intervención que recomienden tanto el terapeuta ocupacional que haga el perfil, así como las recomendaciones que provengan del terapeuta del habla (si es que se cuenta con esta intervención)
También podemos tener otros problemas médicos como reflujo gastroesofágico, enfermedad péptica o alergias-intolerancias alimentarias que provocan que los niños rechacen comer o rechacen determinados alimentos. El apoyo del médico de cabecera es importante en este punto.
Permitirles tener otras experiencias sensoriales con la comida es de gran ayuda. Que puedan tocar los alimentos, mirarlos y olerlos. Luego probarlos puede resultar un poco más fácil. Si prueba el alimento que estamos introduciendo es importante celebrarlo de alguna forma, que sepa que aquello nos alegra y que es un gran avance.
Una estrategia muy útil es involucrar a los niños en la preparación de la comida y en servirlos a los platos. No siempre les gusta, pero podemos intentarlo.
POQUITO A POQUITO
Priorizar. Un alimento a la vez e iniciando en ínfimas cantidades. Solamente con el objetivo de introducir una nueva experiencia sensorial.
Si solamente un grano de arroz podemos introducir, por ejemplo, pues un grano de arroz introducimos (consejo de la nutrióloga Irene Carvajal, México), ya luego se atenderá el incremento en el volumen de la porción.
- Poner en el plato lo que sabemos que nuestro hijo comerá
- No mezcle los alimentos no aceptados con otros que si acepta porque puede provocar que termine rechazando a los que ya forman parte de su dieta
- Puede colocar el alimento que introducirá en una parte del plato, aparte de lo que ya come. Recuerde prepararle para esta nueva experiencia con el apoyo de una historia social y también colocar otro tipo de apoyos visuales, como puede ser una agenda visual o imágenes del alimento nuevo que introducirá
- El alimento nuevo siempre se presenta en el mismo horario de comida. Es mejor hacerlo en la comida del medio día. Iniciar siempre en una pequeña cantidad y no aumentarla sino hasta haber logrado que la pruebe y consuma.
- Gran éxito se alcanza si al final de la comida el plato servido está vacío, ya sea porque se comió todo lo servido o porque nosotros hemos ido quitando pequeñas porciones. Esto es gratificante y aparece, ante ellos, como un éxito. Se puede hacer con los más pequeños, con los mayores es difícil y resulta mejor servir siempre pequeñas cantidades para lograr el mismo resultado de un plato vacío al final de la comida.
NO OLVIDE que el recurso que más debe aplicar en este proceso es LA PACIENCIA del adulto que acompaña al niño en sus horas de comida.
Otro aspecto importante es evitar implementar medidas de intervención en la alimentación, como podría ser una dieta restrictiva, sin contar con la asesoría profesional necesaria y que se disponga de indicaciones claras para hacerlo.
