
He leído varios comentarios que aplauden las medidas tomadas por Suecia en relación al COVID-19. Este país limitó poco la actividad de sus ciudadanos, contrario a los otros países escandinavos. ¿Pero son realmente buenos sus resultados?
Primero pongámonos en contexto para evitar querer imitar el modelo sueco en Guatemala. Suecia tiene tres veces más territorio que nosotros, pero nosotros tenemos casi ocho millones más de habitantes que ellos. El PIB per capita de suecia es de USD 54,608.36 y el de Guatemala es de USD 4,549,01
Suecia tiene un fuerte sistema de salud, nosotros no.
El nivel de educación de la población sueca es uno de los más altos del mundo, el nuestro uno de los más bajos de América.
Suecia invierte el 11.9% de su PIB en Salud y Guatemala el 2.4%. El PIB de ellos es de 556.1 miles de millones de dólares y el de Guatemala de 78.46 miles de millones de dólares. Se ve que hay una diferencia abismal.
Sin embargo Suecia tiene menos camas de intensivo por habitante que sus países vecinos. ¿Han sido buenas sus medidas?
Casos de COVID-19 en países escandinavos
Suecia: 25921 casos, 3220 muertos
Noruega: 8084 casos, 219 muertos
Finlandia: 5880 casos, 265 muertos
Dinamarca: 10517 casos, 526 muertos.
Ni sumando los casos del resto de países escandinavos, hacen el mismo número de casos que ha tenido Suecia y los muertos de los otros tres sumados son menos de un tercio de los que en Suecia han fallecido. En esa perspectiva, parece que las medidas suecas no han sido tan efectivas como se presentan en algunos medios.
Pero la economía ha seguido activa. Si, así es, pero hay factores que en Suecia contribuyen a esto:
– El distanciamiento físico no fue complicado de ser aceptado por los ciudadanos
– Los ciudadanos se han apegado a las normas dictadas por el gobierno
– Suecia es el país con mayor porcentaje de hogares unipersonales (la gente vive sola)
– Y más.
No puedo decir que me alegro por Suecia porque también ha tenido su cuota de muerte, su cuota de dolor. El impacto económico no será tan fuerte, sin duda alguna.
Pero Suecia es Suecia y Guatemala es Guatemala. Difícil que logremos tomar ese modelo, por exitoso que sea con ellos, las diferencias en varios indicadores son abismales. Bien por los suecos y por sus logros. Para nosotros la única alternativa viable es la prevención y no estamos siendo prudentes con ello.