CUARENTENA.

CUARENTENA es el nombre a la medida epidemiológica utilizada para aislar a una persona infectada o sospechosa de estar infectada, durante un tiempo prudencial para evitar o limitar la posibilidad de contagio a otras personas de esa misma enfermedad. Esto independientemente de la duración.

Imagen de Alexandra Koch en Pixabay.

Desde muy temprano en la historia de la medicina, la humanidad se percató de la necesidad de aplicar medidas de aislamiento. Algunas veces eran tan drásticas que provocaban la expulsión permanente del individuo afecto, de su comunidad.

En épocas recientes, la medida fue aplicada como control para la Peste Negra (provocada por la Yersinia pestis) que asoló Europa en el siglo XIV. Por la influencia de la mentalidad cristiana, se decidió ese aislamiento por cuarenta días en referencia al tiempo de penitencia de cuarenta días de la cuaresma, también a los cuarenta días que transcurrieron entre la Resurrección y Ascensión de Jesús.

El número 40 tiene más implicaciones religiosas y de acá podemos ver el por qué se tomó ese tiempo como una medida para el aislamiento de enfermos:
– 40 días y sus noches fueron los que duró el diluvio universal.
– 40 años tenía Isaac cuando se casó con Rebeca.
– 40 años vivió Moisés en la corte del faraón, 40 con su suegro Jetro y 40 años lideró al pueblo de Israel en su marcha a la Tierra Prometida.
– Al final de 40 días y 40 noches que permaneció Moisés en el monte, recibió las Tablas de la Ley.
– 40 años peregrinó el pueblo de Israel por el desierto.
– 40 días dedicaron los espías de Israel explorando la Tierra Prometida.
– 40 años duró el reinado de Saúl, el de David y el de Salomón.
– Goliat desafió al pueblo de Israel por 40 días.
– 40 días ayunó Elías en el desierto.
– Jonás anunció que Nínive sería destruída en 40 días.
– A los 40 días de vida, Jesús fue presentado en el Templo. Así se ordenaba a todos los israelitas.
– 40 días duró el ayuno de Jesús en el desierto.
– Ya en la época de la Iglesia, 40 días duraba la preparación intensa de los catecúmenos.

La Iglesia le dio a ese número de 40, un sentido de penitencia luego del cual se surge victorioso, sanado, restaurado. Así, se tomó ese parámetro como una medida de aislamiento (ayuno y penitencia) para después levantarlo (resurgimiento victorioso).

LEONARDO CARACOL FARFÁN hacía, hace unos días, un juego de palabras en una de sus publicaciones refiriéndose a este término CUARENTENA. Tiene razón. Ahora la «cuarentena» ya no se refiere a cuarenta días como en el pasado.
Hemos avanzado en conocimientos y conocemos el período de incubación de varias enfermedades infecciosas y el tiempo en el que las mismas son contagiosas. Así que ahora, como dice Leonardo, tenemos cuarentenas que en realidad debería llamarse QUINCENAS y que al final de cuentas resultarán más motivantes por el premio que recibimos cada fin de quincena en nuestros trabajos.
Hoy ELAIME MACIQUES compartía algo y me motivó a indagar un poco más.

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