
Me contaba José Ramón Alonso, durante su visita a Guatemala, la forma en la que llegó él al AUTISMO. Estudiaba las células de Purkinje del Cerebelo, esas células grandototas que tan magistralmente dibujó el genio Santiago Ramón y Cajal. José Ramón tenía un cuaderno en el que iba anotando datos interesantes sobre estas células, de pronto llegó a reunir muchísimas notas sobre los hallazgos en el cerebelo en autopsias de personas autistas.
El entusiasmo con el que lo contaba era muy grande, pero no creo que fuese mayor que el entusiasmo con el que yo le escuchaba. Me sorprendió como este científico español (genial, también) contaba como «tomaba notas» con su «puño y letra», interesante para que lo puedan leer todos aquellos que quieren desterrar la escritura a mano de la escuela y sustituir toda posibilidad de escribir de esa forma para dar paso al uso exclusivo de TICs (que son necesarias, no se niega).
Las células de Purkinje nos hicieron el favor de interesar a José Ramón Alonso en el autismo. Ganamos con él a una figura relevante, muy reconocida en temas referentes a la neurociencia y de manera particular a la neuroplasticidad y neuroreparación. A lo mejor, algún día, esperemos que así sea, José Ramón llega a Estocolmo (Capital de Suecia) para recibir un reconocimiento igual que el que llevó para España Santiago Ramón y Cajal.
Cada vez que leo algo sobre Cerebelo y Autismo, pienso en estos dos personajes: «los ramones» que conozco: Santiago RAMÓN y Cajal y José RAMÓN Alonso. Y doy un suspiro porque ese mundo mágico de ellos, habría sido maravilloso para mi con el gran amor que siento por los microscopios, las células y los laboratorios… Pero no, los planes del Creador fueron diferentes y me movió al mundo clínico. Mi microscopio, el juguete carísimo que un día me compré, está ahora en uso en un laboratorio escolar, ese era su mejor lugar. A lo mejor ese aparato binocular desate la genialidad de alguno de los chiquillos que colocan sobre su platina un portaobjetos con algún montaje, y girando hacia adelante y hacia atrás los tornillos macro y micrométricos, logran enfocar el diminuto espécimen que se hace grande a sus ojos y le permite ver los detalles que muchos humanos no han logrado visualizar. Bueno, ya me he salido del tema, pero navegar por las ramas es una de las cosas que mejora hago, volver al tronco temático eso si que no, me cuesta mucho y a veces se me olvida a qué iba en realidad, me quedo en las ramas.
MÁS QUE SOLO ESO
Durante mucho tiempo se pensó en el cerebelo como un órgano, parte del sistema nervioso central, relacionado con los movimientos, en concreto con dar precisión a los movimientos. Pero el cerebelo está involucrado en más funciones que solamente eso:
– Precisión de movimientos
– Procesos cognitivos
– Procesos sociales
– Procesos emocionales.
El aprendizaje de la lectura, por ejemplo, tiene mucho de cerebeloso aunque nunca hablemos de ello.
¿A QUÉ SUENA?
Les describiré ahora un cuadro clínico: pueden observarse, entre sus manifestaciones, alteraciones en el funcionamiento ejecutivo, problemas de organización (comportamiento rígido-poco flexible, baja reactividad emocional) y en la memoria visuo-espacial, alteraciones en la producción del lenguaje y problemas de conducta. Es decir signos motrices, cognitivos, afectivos y lingüísticos (discurso poco fluido, de poco contenido), asocian problemas en el aprendizaje.
Pueden ser diagnosticados de TEA, TDAH, Oposicionista-Desafiante, etc.
Tantas cosas parecidas.
La descripción corresponde al Síndrome Cognitivo-Afectivo Cerebeloso.
El sistema nervioso no es simple, es complejo y se requiere entenderlo o al menos intentar entenderlo. Las consultas por cuestiones que involucran al Sistema Nervioso no pueden ser de diez minutos…
¿QUÉ HAY EN EL CEREBELO DE PERSONAS AUTISTAS?
Hay una búsqueda incansable del CEREBRO AUTISTA, yo creo que no lo encontrarán. Escribí algo al respecto hace algún tiempo, pueden leerlo en este enlace https://carlosorellanaayala.com/2019/08/16/el-cerebro-autista-en-busca-del-arca-perdida/, en realidad más me refiero a la Ínsula que al cerebro en general.
¿Por qué decir esto? Porque los hallazgos son muy diversos y aunque hay algunos más frecuentes, de todas formas no anulan esa diversidad de datos que varían desde no encontrar nada diferente, absolutamente nada, a encontrar muchas cosas interesantes.
Los hallazgos en el cerebelo de personas autistas pueden ser de diferentes tipos:
– Diferencias anatómicas-morfológicas
– Diferencias molegulares
– Diferencias en receptores.
Una de los hallazgos más frecuentes se refiere a una disminución en la población de Neuronas de Purkinje, esas que enamoraron a José Ramón.
CONTINUARA…
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