CRECIMIENTO Y DESARROLLO, parte tres.

Enlace a la parte dos: https://carlosorellanaayala.com/2020/01/10/crecimiento-y-desarrollo-parte-2/

Enlace a la parte uno: https://carlosorellanaayala.com/2020/01/09/crecimiento-y-desarrollo/

DESARROLLO TÍPICO, ATÍPICO Y NO NORMAL: podemos clasificar el crecimiento y desarrollo en tres grupos generales:

  • Desarrollo típico, también llamado “normal”. Este es el desarrollo esperado, el que sabemos que debe ocurrir en los plazos conocidos.
  • Desarrollo atípico. Su atipicidad no lo hace “anormal”, sencillamente es diferente, con otros ritmos por lo general, pero alcanzando los hitos algunas veces de manera más tardía a los demás niños de su edad, otras veces demasiado pronto, pero sin estar acompañados de ninguna otra irregularidad.  Se requiere mucha experiencia para reconocer el desarrollo atípico cuando este tiende a ir un poco atrás y diferenciarlo del desarrollo no normal.
  • Desarrollo no normal. Es el desarrollo que completamente sale de los parámetros esperados y se acompaña de otras manifestaciones no esperadas o irregulares.

El concepto “normal”

Normal es un término que, desde el punto de vista estadístico, significa aproximado al promedio esperado.

En una población de sujetos, la norma se ubica en la media y en la medida que se alejan de la media implica que las características que se observan no son las esperadas en el grueso de esa población. Así describe uno de los gráficos de estadística y probabilidad: la curva de distribución normal o campana de Gauss.

La mayoría de la población está cerca de la media, un poco arriba de la misma y otro poco debajo de la misma.  En la medida que se aleja de la media la población disminuye de manera gradual y así se describe esta curva de distribución normal.

La media corresponde al 50 percentil y se acepta como valor normal, dependiendo del parámetro que se mide, alejarse de 1 a 1.5 desviaciones estándar hacia arriba y hacia debajo de la media, esto en las pruebas de desarrollo representa ir de la media hacia abajo al 35 percentil y de la media hacia arriba al 65 percentil.

Los valores “normales” se encuentran, entonces, entre el 35 y el 65 percentil.

No es un juicio de valor, tan solo un concepto estadístico en relación al valor que está siendo medido como parámetro de referencia.  Es un punto central en estadística por varias razones:

1.    Muchas mediciones pueden ser modelizados mediante la distribución normal.

2.    Es una forma apropiada de representar datos continuos que se distribuyen de manera simétrica.

3.    Es una buena aproximación a otra distribuciones. (Tauber L, 2001)

Esta es una curva de distribución normal. Vea que sus extremos no tocan la horizontal, es por ello una curva asintótica. En el centro hay una línea más obscura es la media y luego verá hacia la derecha e izquierda unas líneas verticales punteadas que indican la primera desviación estándar tanto hacia arriba como hacia abajo de la media, estas delimitan el rango que denominamos «normal».

La normalidad absoluta no existe. Indicaría que alguien está en la media o en el rango entre menos una desviación estándar de la media y más una desviación estándar de la media. Es decir que el concepto «normal» se aplica al área específica que estamos valorando o a la que nos estamos refiriendo.

Espero que esta explicación sea de utilidad cuando nos encontremos argumentaciones haciendo un uso inapropiado del término.

RED FLAGS” EN DESARROLLO: se refiere a advertencias que el desarrollo pueda estarse alejando de lo esperado típicamente.  Son señales de alerta que demandan atención, exploración e intervención.  Son “red flags”:

  • Cualquier regresión en el desarrollo
  • No alcanzar los hitos del desarrollo en la edad esperada
  • Preocupaciones de los padres en relación al desarrollo de sus hijos (nunca deben minimizarse o ignorarse, requieren la mayor atención posible de parte de los profesionales y la exploración para determinar si aquellas observaciones requieren evaluación más profunda)

¿De dónde proviene el término «Red flags»? Una de las cosas que debemos observar al ir a la playa es el color de la bandera que colocan en un asta visible a todos. Usan los colores del semáforo (verde, amarillo y rojo), cuando la bandera «roja» está en el asta indica que no debe meterse al mar. De acá se tomó el concepto de las banderas rojas o las red flags.

COCIENTE INTELECTUAL Y COCIENTE DE DESARROLLO: lo primero de señalar acá es que el término correcto es “cociente” y no “coeficiente”, aunque por el uso común que se hace del segundo se entiende a qué se refiere.

El Cociente de desarrollo resulta de dividir la edad de desarrollo medida dentro de la edad cronológica.  Para evitar los decimales en el resultado, este se multiplica por 100.
Veamos un ejemplo: la prueba realizada a un niño estima edad de desarrollo de 4 años 6 meses y su edad cronológica es de 4 años, la operación se plantea de la siguiente forma:

Edad de desarrollo = (4.5/4) x 100

El resultado es de 112.5 pero se aproxima a 112

(el rango considerado como normal-medio va de 90 a 110)

De la misma forma se realiza el cociente intelectual, solamente que en este caso es el resultado de edad mental estimada dividido dentro de la Edad cronológica y multiplicado por 100.

Aunque podemos aplicar el término cociente de desarrollo a cualquier edad, por convención se utiliza en niños de seis o menos años el cociente de desarrollo y para mayores de 6 años el cociente intelectual.  Esto no quiere decir que no pueda darse un resultado de cociente intelectual en un niño de seis o menos años.

¿Qué buscan medir? En el caso del cociente de desarrollo compara el resultado del desarrollo cognitivo, motriz y de lenguaje con el resultado esperado para su edad.  En el caso del cociente intelectual el objetivo es la medición de una serie de variables relacionadas con la definición de inteligencia (quiero señalar que todas las actividades humanas razonadas o planificadas son actividades inteligentes), este es un tema que no abordaremos acá porque requeriría de adentrarnos en otra temática.

TRASTORNO: en inglés el término equivalente es “disorder”.  En términos generales se refiere a un cuadro sindrómico (conjunto de síntomas y signos) que provocan alteración clínicamente significativa en la cognición, regulación emocional o conducta de un individuo, se asocia a diversos grados de estrés y disfunción en diversas áreas de la vida de la persona que lo presenta y su diagnóstico debe tener utilidad clínica aunque no necesariamente se traduce en la necesidad de un tipo determinado de tratamiento.

Los Trastornos del Espectro del Autismo se incluyen dentro de un grupo más grande que corresponde a los Trastornos del Neurodesarollo cuya característica principal es la manifestación en etapa precoz de la vida, la denominada etapa inicial del desarrollo (primeros 5-6 años de la vida) y que producen una serie de manifestaciones persistentes (no temporales), que no son apropiadas a la edad (fuera del rango de desarrollo esperado) y que producen disfunción social, académica o de otro tipo y afectan la adaptabilidad del individuo.

¿QUÉ SIGNIFICAN LAS PALABRAS “RIESGO”?: es un término estadístico que significa “probabilidad” de que una determinada situación ocurra.  No implica que esa situación sea mala o no, sencillamente es una estimación (no necesariamente certera) sobre su posibilidad o no de darse.

CONCLUSIONES: ES IMPORTANTE EL USO DE ESTOS TÉRMINOS Y CONOCER SU SIGNIFICADO.  Puede que a muchos no guste esta terminología, sin embargo, su uso es necesario.  En todo caso no son términos cerrados y, como todo en el lenguaje, admiten modificaciones como producto del consenso, pero argumentado y demostrado.  Hace pocos años dejamos de utilizar el término “Retraso Mental” tan difundido en el lenguaje técnico y no técnico, terminó siendo una palabra de uso común que llegó adquirir componentes peyorativos que no eran parte de su sentido original.  El término se ha cambiado a Trastorno del Desarrollo Intelectual o Discapacidad Intelectual, esto producto de la evolución del lenguaje técnico de las ciencias del desarrollo y la conducta como consecuencia de evidencias y el consenso, y aunque hubo un “decreto” para que eso ocurriera, ese decreto se amparó en un largo proceso en el cual se fue aportando información que permitió el convencimiento necesario para substituirlo.

Todos estos términos son entendidos por quienes trabajan los aspectos del crecimiento, desarrollo, conducta y aprendizaje del ser humano, están estandarizados, son de uso común y transmiten toda la información necesaria para entender de qué se trata.  Son los términos que aparecen en los registros oficiales y en los sistemas de codificación.  No usarlos puede producir algunos efectos que no queremos que ocurran:

  • Afectan la comunicación de información técnica
  • Dejarían de codificarse y en consecuencia llevarían a disminución de la incidencia y prevalencia de determinados diagnósticos, esto llevaría a la disminución de la asignación de recursos o al reconocimiento del peso que una determinada población debe tener en las proyecciones del estado y sus servicios
  • Daría espacio al desorden, a que cada quien use el término que le parezca, al final afectaría el intercambio de información y provocaría, en cierto punto, efectos negativos sobre el avance de la ciencia (cuanta más comunicación hay, más información científica se comparte y más se facilita el avance en la investigación).
  • Otros …

BIBLIOGRAFÍA:

NOTA: estos artículos aparecieron publicados, originalmente, en la página de AutismoDiario.

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