
Son numerosos los adultos inconformes o críticos con algunos jóvenes o movimientos de jóvenes que se entregan con pasión a causas que consideran justas y reclaman a los adultos su pasividad o indiferencia.
Para muchos adultos resulta difícil que un joven, al que se considera sin experiencia por su corta vida, nos reclame que hemos estado haciendo mal las cosas o ignorando cuestiones relevantes y condicionantes de la vida futura en el mundo.
Frente a jóvenes preocupados por el tema ecológico no han faltado las descalificaciones, críticas ácidas llenas de amargura y resentimiento, falsas precauciones y argumentos como el que uso para titular este artículo. Adultos que creen que los jóvenes son incapaces de comprometerse seriamente en algo y llevar a término un proyecto, una empresa, una iniciativa que nos conduzca a un mundo mejor.
Que estos cambios en el medio ambiente son cíclicos, que ocurrirán irremediablemente, etc. Pues la verdad no lo sé, no soy experto en esa temática pero miro los ríos llenos de basura, siento su mal olor, ya no puedo beber sus aguas… Eso no es cíclico, eso es irresponsabilidad con la naturaleza, falta de solidaridad con los otros.
¿PUEDEN LOS JÓVENES COMPROMETERSE REALMENTE?
¡Claro que pueden! Muchos de nosotros hemos asumido compromisos en nuestra juventud. A los quince años, apenas iniciada la adolescencia que en mi caso fue muy tardía, opté por ser educador y aquí estamos 37 años después. Compromiso asumido en la adolescencia. A los 16 años estaba en la universidad y mi facultad nos exponía a la realidad dura de los barrios marginales y la pobreza imperante en nuestro país, éramos un grupo de adolescentes y los mayores de nosotros tenían 18-19 años, adolescentes aún, cuando se forjó nuestro carácter médico y hoy veo con gusto y orgullo a mis compañeros asumir de una u otra forma un compromiso formal y serio de servir con su ciencia a quienes les necesitan, muchos dando muestras de generosidad y compasión sorprendentes. Compromiso asumido en plena adolescencia.
Hace unos días un par de chicos fueron a trabajar en McDonalds para apoyar el McDía Feliz que todos sabemos se traduce en una casa y alimentación para padres de niños con cáncer que acuden a la Unidad Nacional de Oncología.
Jóvenes nos hacen paradas en los semáforos o cruces de calles para recolectar dinero e ir a construir casas a personas necesitadas, sin hogar. Un Techo para mi País sale adelante con la fuerza de chicos a los que no podemos llamar adultos sino hasta dentro de unos años.
Los chicos del colegio en el que trabajo han plantado y cuidado bosques, enseñado a reciclar basura, preparado jardines para favorecer a las abejas… Son chicos de corta edad haciendo labores trascendentes y luego se van a jugar.
Muchas monjas y muchos sacerdotes decidieron por esta opción de vida entregada en plena adolescencia.
Jóvenes por Guatemala es un movimiento con diversidad de actividades emprendidas por jóvenes y con impacto significativo en nuestra sociedad. Desde prevención de la violencia, campañas para asumir compromisos (respeto, puntualidad y otros),
Una pequeña lista de jóvenes guatemaltecos que están generando empleos y contribuyendo a la economía y el desarrollo social de nuestro país:
– Aaroón Benfeldt recicla vidrio para producir nuevos productos.
– Alicia López con liderazgo en su etnia awakateca ha promovido la unidad de las mujeres para apoyar diversas iniciativas que reconozcan su papel.
– Stephania Dávila procesa café utilizando menor cantidad de agua.
– Andrea Fión trabaja con productos de las abejas, por tanto cuida del medio ambiente. Roberto Haeussler introdujo granjas de huevos con gallinas libres.
– Diego Joachim fundador de Coffee Bar
En nuestra historia se recogen muchos datos de jóvenes lanzados a entregarse cuando las circunstancias lo demandan. Entre el caos y las balas de la revolución de octubre del 44, fueron los jóvenes boy scout quienes guiaron el tráfico y apoyaron una serie de actividades de socorro, lo mismo les fue demandado con el terremoto de 1976. Y cada vez que ocurren situaciones que reclaman su presencia, grupos de adolescentes boy scout se hacen presente sin reparos.
JUVID luchando día a día, con intensidad, dedicación y esfuerzo en favor de la vida.
Fábrica de sonrisas lleva momentos de alegría para sobrellevar la dura prueba de un ingreso hospitalario. Poco a poco han ido sumando más actividades y hoy su presencia es parte de la cotidianidad de los centros asistenciales y no solamente en áreas pediátricas.
Kaj’i Bat’z, Colectivo juvenil Aj’achel y diversas organizaciones juveniles desarrollan intensa actividad en sus comunidades en Sololá, desde cuestiones de medio ambiente a salud y educación. Igualmente activa es la Pastoral Juvenil de la Diócesis de San Marcos.
Expresión juvenil de Quetzaltenango y la Asociación de jóvenes garífunas promueven actividades que fomentan la participación de los jóvenes en la toma de decisiones (votación, por ejemplo), aspectos de educación, promoción de la salud, conocimiento sobre derechos y obligaciones además de diversas iniciativas de impacto comunitario.
La Asociación Cultural pocoman Qawinaqel de Escuintla promueve la conservación de su idioma, tiene programación de radio, se involucra en actividades en favor del ambiente y educativas, entre otras.
Guateambiente formada por jóvenes protege la naturaleza, capacita para su cuidado, capacita para el uso de energías renovables, etc.
No sé de quién es esta cita, la escuché en un curso por la vida pero olvidé anotar a su autor: «de joven, reconoce una causa noble propia de tu época y entrégate a ella».
CONCLUSIÓN
Estimados adultos incrédulos: hay muchos jóvenes que yan han arreglado su cuarto y están haciendo con el mundo lo que nosotros hemos dejado de hacer.