
Hace unos pocos años la AAMR pasó a denominarse American Association on Intellectual Disability (AAIDD) coincidiendo con el cambio del término «RETRASO MENTAL» por «DISCAPACIDAD INTELECTUAL».
Artigas-Pallarés hace algunas observaciones en relación a este nuevo término:
1. No es un cambio de palabras únicamente sino una forma distinta de entender y abordar el problema de las personas con limitaciones de adaptación al entorno a causa de sus facultades intelectuales.
2. Se enfatiza el aspecto adaptativo determinado por la funcionalidad de la conducta y los factores contextuales.
3. Facilita las bases para un soporte individual en un entorno social y ecológico.
4. Es menos ofensivo.
Así es doc, los términos utilizados deben ser producto de un consenso, no una idea arbitraria de algunos.