
Hay cuestiones que no tienen explicación y por más que las buscamos no las encontramos, pero es propio del ser humano intentar plantearse posibilidades, hipótesis que luego verifique para determinar si aquello explica los fenómenos que está observando. El sistema nervioso es hermoso y complejo, puede que resulte más simple que los enredos que nuestra mente elabora cuando quiere encontrar explicaciones, lo cierto es que a veces nos revela sus secretos y otras veces nos presenta profundos misterios que se resisten a ser develados, a lo mejor porque no tenemos la capacidad para develarlos o a lo mejor porque no podrán serlo nunca.
A veces las explicaciones son sencillas y a veces las explicaciones sencillas no explican nada, solamente dejan más incertidumbre, dudas sin respuesta.
Los Trastornos del Procesamiento Sensorial nos sorprenden y cuestionan. Explican muchas cosas pero tenemos que tener claro que no explican todas las cosas. Son una parte de un todo más complejo. No son simples alteraciones en la recepción de estímulos sensoriales porque entonces se llamarían Trastornos Sensoriales y nada más, la palabra «procesamiento» nos manda más allá de los receptores sensoriales, nos manda directamente al centro integrador en donde concurren diversas modalidades sensoriales y otros elementos que encuentran las cortezas multimodales como áreas de diálogo, de compartir información de unos y otros para elaborar la percepción y la respuesta, esa respuesta que siempre es conducta. Eso quiere decir que la intervención sobre las manifestaciones de los Trastornos del Procesamiento Sensorial es una intervención sobre conductas observadas, buscan modificar esas conductas para hacerlas más adaptativas y ayudar a la persona que las presenta a percibir el mundo de una forma más «adaptada».
LOS SENTIDOS
En la escuela primaria aprendimos la lección sobre los sentidos. Ante la pregunta de nuestros profesores sobre cuáles eran los sentidos, respondíamos con toda seguridad: vista, tacto, gusto, olfato y oído. Con el tiempo nos fuimos enterando que existen otros sentidos y que no se limitan a cinco, que además tenemos cuestiones interoceptivas, muchos órganos sensoriales que perciben información de tipo bioquímico y que modifican el funcionamiento general de nuestro organismo. El tema sensorial es muy complejo, además toda la información sensorial consciente se impregna de elementos almacenados en la memoria, algunos de ellos con una fuerte carga emocional. El tema de sentir y percibir es mucho más complejo de lo que a primera intención logramos concluir.
El laberinto es un órgano sensorial cuya función es informar a estructuras superiores sobre los movimientos rotatorios de la cabeza (aceleraciones angulares) y los movimientos de traslación de la cabeza o aceleraciones lineales así como la orientación de la cabeza con respecto a la gravedad (Dickman, 2014). Es parte del oído interno junto con la Cóclea o Caracol y están en el interior del hueso temporal, a cada lado de nuestros cráneos.
Con el reconocimiento de la importancia que tiene el abordaje de los Trastornos del Procesamiento Sensorial, algunos temas se han tornado parte de la conversación, uno de ellos es el LABERINTO y otro el SISTEMA VESTIBULAR. El primero, es decir el laberinto es parte del Sistema Vestibular, su estructura receptora de información pero solamente eso, el conjunto del sistema vestibular trabaja la mayor parte de su actividad a nivel inconsciente, es decir sin que nos percatemos de ella pero su disfunción si que nos hace enterarnos de que algo no está bien.
¿QUÉ ESTRUCTURAS FORMAN EL LABERINTO Y EL SISTEMA VESTIBULARA?
Esta formado por cinco estructuras distintas:
- Tres conductos semicirculares: lateral, anterior y posterior
- Dos órganos otolíticos o vestíbulo: utrículo y sáculo.
Los conductos semicirculares son en realidad extensiones del utrículo (Afifi, 2006)
El utrículo y el sáculo responden a la aceleración lineal del cuerpo, los conductos semicirculares responden a la aceleración angular. Varios son los movimientos de rotación que realiza la cabeza:
- Inclinación lateral a la derecha e izquierda
- Inclinación de la cabeza hacia adelante o hacia atrás
- Rotación de la cabeza hacia derecha o hacia izquierda (Afifi, 2006)
Los reflejos vestibulares estabilizan lo ojos y el cuerpo cuando se mueve la cabeza (Kandel, 2000)
El laberinto se integra a un conjunto de estructuras más complejas que son denominadas SISTEMA VESTIBULAR el cual incluye:
- El aparato receptor periférico, es decir el laberinto
- Los núcleos vestibulares centrales ubicados en el tronco encefálico
- La red vestíbulo-ocular
- La red vestíbulo-espinal
- La red vestíbulo-tálamo-cortical que es la responsable de la percepción consciente del movimiento y de la orientación espacial (Dickman, 2014).
PARA TERMINAR ESTE TEMA MUY GENERAL
Dos asuntos importantes antes de terminar:
- El laberinto es un órgano receptor, eso únicamente
- Los problemas del procesamiento sensorial relacionadas con el sistema vestibular no deben centrarnos en el laberinto, incluye muchas otras estructuras y la interpretación final de la información ocurre a nivel cortical, no a nivel periférico (órgano sensorial).
¡Tanto por aprender! Meterse a la fisiología de estas estructuras es una aventura emocionante.
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https://carlosorellanaayala.com/2019/07/22/sentir-percibir-y-emociones/
BIBLIOGRAFÍA.
Afifi AK, Bergman RA. Neuroanatomía, capítulo 12. McGraw Hill Internacional, México 2006.
Dickman JD. Sistema Vestibular en Duane Heines, Principios de Neurociencias, capítulo 12. Elsevier-Sauders, Barcelona, España, 2014.
Kandel E, Schwartz J, Jessel T. Principios de Neurociencia. McGraw Hill Internacional, México 2000.
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