NO HAY RELACIÓN ENTRE LA VACUNA DE LA MMR Y EL AUTISMO. ¿CUÁNTOS DOLOR Y LLANTO NECESITAMOS PARA QUE LO CREAN?

COMIENZO DISCULPÁNDOME Quiero pedir perdón por lo duro del título de este artículo. Es producto del enojo que me producen las muertes innecesarias de seres humanos por causa de una mentira.
La situación del sarampión sigue siendo dramática en muchos países, ellos demandan nuestra ayuda solidaria para controlar y erradicar esta enfermedad. Europa experimenta desde el 2017 un brote letal de sarampión que encuentra su explicación en el «éxito» (si es que puede llamarse así) de las campañas antivacuna, entre sus palmarés pueden contabilizar un triste número de vidas humanas cobradas.


Fotografía tomada de eleconomista.es

En el año 1998 aparece publicado en THE LANCET, una prestigiosa revista médica, un artículo de A. Wakefield y colaboradores.  El mismo estremeció el mundo médico pediátrico al vincular la vacuna MMR (paperas, rubeola y sarampión) con autismo (Trastorno del Espectro del Autismo).  Si bien contó con una muestra muy pequeña como para ser algo concluyente, si ejerció un fuerte impacto.  Un poco tiempo después Brian Deer (periodista) que destapó en el 2004 el fraude que había significado la investigación publicada en The Lancet, artículo que apareció en THE SUNDAY TIMES.  Luego de analizar la información la revista THE LANCET colocó un rótulo grande sobre el artículo (RETRACTED) y el mismo es utilizado en los cursos de bioética para ejemplificar las formas no apropiadas de proceder en investigación.

Sin embargo el artículo de Wakefiled, a pesar de sus nada buenas credenciales, se difundió y sirvió de argumento para los movimientos antivacuna contemporáneos.  Siempre ha habido antivacunas pero nunca con la fuerza e impacto del que tienen en la actualidad, cuestión facilitada por las redes sociales e internet en general.  Sus argumentos falsos y sin sustento científico se difunden con mucha facilidad y con tal poder de convencimiento que han logrado que muchos padres dejen de vacunar a sus hijos por un temor infundado que está en la raíz del letal brote de sarampión que actualmente enfrentan los países europeos.

EL SARAMPIÓN, UNA DOLOROSA REALIDAD QUE SIGUE COBRANDO VIDAS.

El sarampión es una dolorosa realidad, sigue siendo una importante causa de mortalidad infantil en países en los que no han logrado control y buenas coberturas de vacunación.  Pero esta enfermedad estaba bien controlada en muchos países como el mío, Guatemala, y lo sigue estando como pudo evidenciarse con el buen control que se hizo con un caso de sarampión importado de Alemania hace unos cuantos meses.  Las acciones inmediatas de las autoridades de salud con medidas de contingencia y cordones sanitarios evitaron que tal situación se escapara de control.

 Afortunadamente la cobertura de vacunación en nuestro país es bastante aceptable y el asunto no pasó a más pero quedó claro que la amenaza está latente.  No es lo mismo el sarampión en un niño bien nutrido de Europa que el sarampión en un niño desnutrido de Guatemala, lamentablemente tenemos estadísticas terribles en cuanto a nutrición: somos uno de los siete países del mundo con los peores índices de nutrición infantil y un poco más del 45% de los menores de los guatemaltecos menores de cinco años tiene signos de desnutrición crónica.  Por ello estamos en alerta porque sin suficiente cobertura vacunal el impacto del sarampión en nuestro país sería un desastre que el sistema de salud no podría soportar y que cobraría muchas vidas.  Afortunadamente en Guatemala los movimientos antivacuna, apenas emergentes, no han tenido gran impacto y espero que no lo tengan en ningún momento.

POR MÁS ARGUMENTOS QUE SE APORTEN, MANTIENEN SU ACTITUD DE DESINFORMACIÓN

A pesar de ser demostrado sostenidamente, el argumento de los antivacunas al vincularlo con el autismo sigue estando vigente y dado que causa un temor a las inmunizaciones, resulta imposible dejar de abordarlo aunque la verdad es cansado estar repitiendo lo mismo una y otra vez: esa vinculación es artificial, malintencionada (perversa) y entre el 2017 y 2019 ha causado muertes en Europa, claro que la cifra de mortalidad es muy baja cuando se compara con países en donde las coberturas de sarampión son .   Cuando desearía que esta cobertura alta fuese la realidad de muchos países de África y Asia en los que el sarampión sigue cobrando muchas vidas de niños, principalmente.

UN ESTUDIO GRANDE, SERIO, BIEN DOCUMENTADO NO EVIDENCIA RELACIÓN ENTRE LA VACUNA MMR Y EL AUTISMO.

Recientemente, el 16 de abril del 2019, la revista ANNALS OF INTERNAL MEDICINE publica un artículo de A. Hviid y colaboradores titulado MEASLES, MUMPS, RUBELLA VACCINATION AND AUTISM: A NATIONWIDE COHOR STUDY.  Comparto algunos datos de este estudio:

  • Su objetivo fue evaluar si la vacuna MMR incrementaba el riesgo de autismo
  • Fue realizado en Dinamarca tomando la base de datos (muestra la importancia de llevar registros y estadísticas)
  • Muestra de 657,461 niños nacidos entre el 1 de enero de 1999 y el 31 de diciembre del 2010
  • El seguimiento produjo 5,025,754 visitas/persona/año
  • 6157 niños fueron diagnosticados con autismo, tasa de incidencia de 129.7 por 100,000
  • Los vacunados con MMR recibieron las dosis del esquema de vacunación danés: 15 meses y luego a los 12 años, esquema cambiado en el 2008 cuando la segunda dosis se ofreció a los 4 años de edad.
  • Ninguna de las vacunas administradas contenía Thiomerosal.
  • Algunos casos se perdieron del seguimiento por migración y otros factores (4277)
  • La cantidad de datos que disponían les permitió relacionar muchas variables y factores de riesgo
  • Dentro de la población tenían niños vacunados con MMR y niños no vacunados con MMR
  • No se observó incremento de autismo en la población vacunada, incluso cuando estos tenían hermanos con autismo.

Anoto a continuación un párrafo con el que los autores de la investigación inician la discusión de su artículo:
“We found no support for the hypothesis of increased risk for autism after MMR vaccination in a nationwide unselected population of Danish children; no support for the hypothesis of MMR vaccination triggering autism in susceptible subgroups characterized by environmental and familial risk factors; and no support for a clustering of autism cases in specific time periods after MMR vaccination.”

CONCLUSIÓN: en este studio tan amplio, con tanta población y con mucha disponibilidad de información, no se encontró relación entre la vacuna MMR y el autismo.

BIBLIOGRAFÍA

Anders Hviid, DrMedSci; Jørgen Vinsløv Hansen, PhD; Morten Frisch, DrMedSci; Mads Melbye, DrMedSci.  Measles, Mumps, Rubella Vaccination and Autism: A Nationwide Cohort Study.  Annals of Internal Medicine  2019;170(8):513-520.

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