El desembolso mensual que las familias hacen para adquirir medicamentos antiepilépticos puede ser muy alto. Esto merma el presupuesto familiar y priva a la familia de recursos para ser invertidos en otras necesidades. Sin embargo es una inversión que no puede dejarse de lado, necesaria para la estabilidad de su familiar epiléptico e incluso, en algunos casos, indispensable para mantenerle con vida.

El costo de los medicamentos antiepilépticos en mi país Guatemala es significativamente más alto que en El Salvador (país vecino al sur-oriente) y que en México (país vecino al norte y occidente). Las explicaciones a esto derivan de políticas de la industria farmacéutica y los impuestos con los que el gobierno grava a medicamentos que ya de por sí son de alto costo.
Mi sorpresa fue muy grande cuando adquirí, durante un viaje, medicamentos en un país europeo (país desarrollado), el costo era significativamente menor que el que se paga en Guatemala (cuando anoto «significativamente menor» quiero decir que casi estallo en risa cuando escucho el precio y lo comparo con el precio «ridículamente alto» con el que se comercializa en mi país).
Se estima que hay en el mundo un poco más de 70 millones de personas con epilepsia. Casio 45 millones viven en países en vías de desarrollo. Según datos de la ILAE el 82% de las prescripciones y ventas de antiepilépticos se realizan en países desarrollados, 7% en Hispanoamérica, 5% en Asia y el Pacífico y 6% en el resto del mundo.
¿Qué significa esto?
- La mayoría de pacientes epilépticos, casi el 60% vive en países en vías de desarrollo.
- Los pacientes en países desarrollados están tratados, los pacientes en países en vías de desarrollo no están tratados.
- La epilepsia es una enfermedad en la que necesitas tener buena posición económica para tratarte adecuadamente o hacer irracionales sacrificios para lograrlo si vives en un país en vías de desarrollo.
- La epilepsia pone en evidencia la gran disparidad que existe en este mundo.
¿Qué podemos hacer?
- Establecer centros de diagnóstico y tratamiento de la epilepsia en las que se ofrezca medicina de alto nivel a costos accesibles o que esté financiada por los servicios de Seguridad Social o el Ministerio de Salud Pública de cada país.
- Adquirir medicamentos en lotes, asociándose países, como se hace con las vacunas. De esa forma se disminuye el costo, se tiene mejor margen de negociación para abaratar precios y se consigue proveerlos gratuitamente a la población o a menor costo del que actualmente se comercializa.
- Evaluar algunos genéricos. Su biodisponibilidad y bioequivalencia a fin de utilizarlos con mayor confianza y seguridad. Estos, por lo general, tienen costos más bajos que los productos de marca u originales.
- Retirar el cargo de impuestos a este tipo de fármacos.
Totalmente de acuerdo con ud Dr. Mi experiencia con la vigabatrina para tratar el sindrome de west fué deprimente,es devastador que entidades como el Igss no puedan proveer esta medicina .y que las personas que la comercializen lucren tanto con este medicamento…