
Poco se dice del autismo en femenino y casi nada del TDAH en femenino. Las estadísticas mantienen una proporción de 4 varones por cada mujer diagnosticados de TDAH en la edad escolar, ¿es esa estadística un dato que podemos considerar como absolutamente válido?
Los criterios del TDAH vigentes actualmente (DSM-5, abril del 2013) que apenas han modificado a los anteriores (DSM-IV) son criterios que parecen más aplicables a niños que a niñas, especialmente en lo que a conducta hiperactiva-impulsiva se refiere. Aunque ya no podemos considerar la presencia de subtipos como el DSM-IV nos permitía, es evidente que en niñas predominan los signos de inatención sobre los de hiperactividad/impulsividad aparentemente, porque ese patrón de conducta puede observarse en cuestiones menos perceptibles como la impulsividad para dar una respuesta, dificultad para esperar su turno, menos autorregulación del afecto, etc.
La capacidad de compensación de las niñas a las manifestaciones propias del TDAH es mucho mayor que la que expresan los varones dadas sus mejores habilidades comunicativas y de interacción social. En general, en el mundo de la neurología y neuropsicología del desarrollo, se considera que no alcanzan a pasar el umbral que los criterios actuales proponen, sin embargo esas manifestaciones si implican dificultades, especialmente de tipo académico y además hacen que algunas comorbilidades resulten más complejas de tratar y sus efectos tiendan a observarse más fácilmente.
Algunas diferencias que se mencionan:
- En las mujeres predominan los signos de internalización, en los varones los de externalización (Gershon, 2002)
- Las comorbilidades psiquiátricas como depresión y ansiedad son más prominentes en las mujeres que en los varones y pueden hacer que se observen más las comorbilidades que el cuadro real de fondo
Me gustaría que en las mujeres jóvenes diagnosticadas de Trastorno Límite de la Personalidad, Ansiedad, Depresión, Trastorno Bipolar, etc. pudiera hacerse una exploración detallada a fin de verificar si el cuadro que presentan pudiera corresponder en realidad a TDAH no diagnosticado y en consecuencia no tratado.
Tenemos que estar más alerta para ayudar más y mejor, evitar asignar diagnósticos que no corresponden o tener la seguridad que esos diagnósticos no están enmascarando a otro cuadro.
BIBLIOGRAFÍA
Gershon J. A. meta-analytic review of gender differences in ADHD. J Atten Disord. 2002;5(3):143–154.