
Hablamos de comorbilidad cuando en un mismo individuo se plantean dos o más diagnósticos. El efecto de cada diagnóstico es sumativo en cuanto su contribución a la disfunción o inadaptación que se observe.
En TDAH la comorbilidad no es una excepción, todo lo contrario, es la regla. Se estima que hasta en 85% de los casos de diagnóstico de TDAH hay alguna comorbilidad y hasta en 50% dos comorbilidades adicionales.
No investigar las posibles comorbilidades contribuye a diagnóstico parcial y a dejar sin abordar cuestiones que requieren algún tipo de intervención.
Las comorbilidades podemos clasificarlas en los siguientes grupos:
a) Comorbilidades neurológicas: Trastornos por Tics, Trastorno del Desarrollo de la Coordinación, etc.
b) Comorbilidades neuropsiquiátricas/psicológicas: Ansiedad, Depresión, Trastorno Oposicionista-Desafiante, etc.
c) Comorbilidades psicopedagógicas: Trastorno Específico del Aprendizaje de la Lectura y otros.
1 Comment