Este es un tema del que me preocupa pensar y ahora también me preocupa hablar o escribir al respecto, pero creo que no podemos quedarnos con ideas en nuestro interior sin compartirlas porque, repito una frase que suele decirme mi esposa, “conocimiento que no se comparte, no sirve”. De algo servirán estas ideas y si, aparentemente o en realidad, no sirven pues de todas formas tienen alguna utilidad, al menos para mí, por cuanto me permitirá saber que estaba equivocado, es aprendizaje.
¿Por qué me preocupa hablar de esto? Porque inmediatamente surgen comentarios en los que cambian el sentido de lo que quieres decir, se ataca directamente y despedaza sin piedad tus argumentos (o a uno mismo). No hemos alcanzado la madurez para hablar serenamente sobre Inclusión Escolar, eso pienso. No sé si podemos seguir hablando del tema sin siquiera respetar las ideas de los demás, aunque no las compartamos en absoluto.
Escribo desde el escenario que conozco: Guatemala. Y no lo conozco suficientemente, a la profundidad que quisiera, de todas formas creo que es imposible alcanzar ese conocimiento pleno considerando las múltiples aristas que tiene y las diferentes perspectivas desde las que puede ser visto. De algunas cosas sé un poco o mucho y de otras no, creo que esa es la situación en la que nos encontramos todos respecto de este tema; solamente al descubrir el punto de encuentro de nuestros conocimientos lograremos avanzar como conjunto en la misma dirección, mientras tanto estamos dando opiniones desde nuestra posición y que no necesariamente se armonizan con las opiniones que se puede tenerse desde otra posición. Por eso es importante el planteamiento de la lucha de la Inclusión Escolar desde una perspectiva multidisciplinaria de los diversos miembros de las comunidades educativas.
La Inclusión Educativa debe ser una política global, pero esto no quiere decir que sea igualmente aplicada en todos los lugares. Los planes deben hacerse para cada país y aún más, regiones pueden diferir de otras, poblados vecinos pueden no tener el mismo propósito. Así que se requiere un marco global, flexible y amplio, para que luego la interpretación y aplicación de ese marco se ajuste a las circunstancias particulares de cada comunidad educativa. Aclaro, en este punto, que soy creyente de la Independencia (relativa) de la escuela como factor clave para su gestión y progreso.
PRINCIPIO 7: El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho. Declaración de los Derechos del Niño, 20 de noviembre de 1959.
Artículoo 28: Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se pueda ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese derecho, deberán en particular: a) Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos; b) Fomentar el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza secundaria, incluida la enseñanza general y profesional, hacer que todos los niños dispongan de ella y tengan acceso a ella y adoptar medidas apropiadas tales como la implantación de la enseñanza gratuita y la concesión de asistencia financiera en caso de necesidad; c) Hacer la enseñanza superior accesible a todos, sobre la base de la capacidad, por cuantos medios sean apropiados; d) Hacer que todos los niños dispongan de información y orientación en cuestiones educacionales y profesionales y tengan acceso a ellas; e) Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las tasas de deserción escolar.
Los Estados Partes adoptarán cuantas medidas sean adecuadas para velar por que la disciplina escolar se administre de modo compatible con la dignidad humana del niño y de conformidad con la presente Convención.
Los Estados Partes fomentarán y alentarán la cooperación internacional en cuestiones de educación, en particular a fin de contribuir a eliminar la ignorancia y el analfabetismo en todo el mundo y de facilitar el acceso a los conocimientos técnicos y a los métodos modernos de enseñanza. A este respecto, se tendrán especialmente en cuenta las necesidades de los países en desarrollo. Convención sobre los derechos del niño, 1989, 2 de septiembre de 1990
Una vivencia personal
Hace varios años tuvimos una bendición tremenda de Dios. Tocaba iniciar el proceso escolar de Gaby, nuestra hija menor que está diagnosticada de TEA, discapacidad intelectual y epilepsia focal. Una vecina, que trabajaba en un centro escolar, nos pidió que lleváramos a Gaby para inscribirla en su colegio. Para ese momento habíamos pensando en una escolarización tardía de nuestra hija así que esta invitación de Sheny me desubicó, a mi esposa no. Tenía mucho temor de exponer a nuestra hija a un entorno escolar que no estuviese preparado para recibirle. ¿Y si le rechazan las autoridades? Aquella invitación fue en enero y no fue sino hasta junio que le llevamos al colegio IROGAMA. Un colegio pequeño, en una casa de colonia, con instalaciones sencillas pero bonitas… Y mucho amor.
Conocí a Nora, la directora de Irogama. Su mirada cautivaba, su trato mucho más. Y Gaby se quedó con ellos desde ese día y por los siguientes años hasta que la institución quebró… No logró resistir la creciente comercialización de la educación en Guatemala y la intromisión de grandes consorcios y capitales en el tema de fundación de centros escolares que poco a poco van perdiendo su mística para convertirse en empresas con fines un poco diferentes a los que siempre ha perseguido la educación. Empresas preocupadas por su prestigio ante el mercado y en consecuencia poco abiertas para recibir a quienes puede afectar los resultados de evaluaciones y bajar su media. Bueno, dejo ese tema de lado.
Luego Gaby pasó a otra institución educativa en donde todo fue preparado con anticipación para recibirle y aunque no es perfecta, provee casi todo lo que ella necesita. No hemos alcanzado la plena Inclusión Escolar porque a momentos ella está incluida, en la mayor parte está integrada y en otros trabaja sus programas muy particulares de acuerdo a sus necesidades personales.
Conclusión de esta vivencia personal: la Inclusión Escolar los profesionales podemos verla como un procedimiento, los padres podemos verla como algo que nos causa temor e inseguridad. Mientras las cuestiones no estén claras, sin duda como padres apoyaremos las medidas que se tomen porque son necesarias, pero necesitamos que alguien nos explique detenidamente lo que esto significa, sus implicaciones y alcances.
Sigue en parte II
1 Comment