Cuando la escuela se fija en la “persona” entonces la educación se humaniza, se hace propia de los seres que compartimos esta naturaleza.
Deja de responder a la dictadura de los resultados y no es que no interesen los resultados, pero primero interesan las personas que obtendrán esos resultados.
Deja de responder a la dictadura del mercado que utiliza a los estudiantes como mercancía promocional para las empresas que invierten en el negocio de instituciones escolares (de cualquier nivel).
Médico y Cirujano (Universidad de San Carlos de Guatemala)
Especialista en Pediatría (Universidad de San Carlos de Guatemala)
Neurólogo Pediatra (Universidad de Navarra, España)
Especialista en Neurodesarrollo (Universidad de San Carlos de Guatemala)
Trabaja en la Unidad de Neurología, electrofisiología y desarrollo de Guatemala.
Coordinador del Consejo Directivo del Centro Escolar FAMORE
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