La prevención del Acoso Escolar tiene un punto de partida fundamental: admitir la posibilidad que puede ocurrir.
Cuando una institución educativa se considera inmune a incidentes de Acoso Escolar, es cuando mayor riesgo tiene que ocurra, que ejerza sus efectos nocivos sobre víctimas y victimarios, que deteriore la convivencia en la Comunidad Educativa, etc.
Luego de ello hay dos puntos adicionales de trabajo:
a) El empoderamiento de los testigos ayudándoles a vencer el miedo de la denuncia; explicándoles que no es chisme y tampoco muestra de debilidad sino un acto que requiere fortaleza y determinación (pero que debe conservarse en el anonimato)
b) Entender que tanto acosador como acosado son víctimas y requieren ayuda oportuna, en distintos niveles pero ambos necesitan apoyo.
La escuela se enriquece con la aceptación de las diferencias, con ayudar a sentirnos complementados por otros y mantener la presencia (no vigilante sino acompañante) de los profesores y autoridades.
Es mi opinión que una escuela muy propensa a presentar incidentes de Acoso Escolar es aquella en la que el director permanece enclaustrado en su ofician, alejado del lugar de convivencia del resto de la comunidad educativa.